Lo básico seguirá siendo lo básico, porque es lo que sirve!
Esta frase la escuche de un gran entrenador Boddy Morris hace ya más de 8 años y me cambió muchos criterios profesionales.
La industria del fitness hoy nos venden infinidades de programas "El programa de Thor, el de superman, el de la mujer maravilla, el de la roca, el colita de verano, el bíceps en fuego, etc..."
Muchos entrenadores olvidan uno de los principios más básicos del entrenamiento "la adaptación" este síndrome fue descrito por Hans Seyle (1936) y describe los mecanismos de adaptación del organismo humano explicando las reacciones celulares frente al estrés que el cuerpo se ve sometido.
Vamos a llevar este concepto al ámbito deportivo, "la adaptación deportiva" tomando el ejercicio sistemático y planificado como agente estresor dentro del ámbito de entrenamiento, la adaptación biológica en el deporte se define como el conjunto de cambios producidos sobre las células del organismo y sus funciones por la influencia psicofísica de la actividad deportiva.
Si el estímulo es excesivo, se provocará un estrés negativo conocido como "distrés", que realizado de forma repetida conducirá al sobreentrenamiento. En cambio, si el estímulo de entrenamiento es óptimo hablaremos de estrés positivo, denominado "euestrés".
Pasos para un proceso de entrenamiento adecuado:
Aplicación óptima de cargas
Fatiga controlada
Periodo suficiente de recuperación
Supercompensación
El trabajar rutinas del día (WOD's) y trabajos sin planificación nos puede parecer divertido y agotador, pero es poco eficiente en el mediano y largo plazo.
Si tienes un cliente principiante posiblemente estos "WOD's" le hagan efecto en el corto plazo, pero en el largo plazo tendrá un menor potencial de mejora ante esas cargas no estructuradas de entrenamiento. (Potencial de adaptación)
El principio de progresión de entrenamiento instruye a la necesidad de planificar un aumento adecuado de las cargas de entrenamiento de modo que el estímulo siempre sea óptimo.
“De hecho, hay dos cosas, ciencia y opinión. El primero engendra conocimiento, el segundo ignorancia.”